top of page
Buscar

Volkswagen Scirocco: Un auto hecho para coleccionistas

El Volkswagen Scirocco es uno de esos modelos que no solo marcaron una época, sino que también representaron un cambio de mentalidad dentro de la marca. Lanzado en 1974 como un coupé deportivo compacto, el Scirocco llegó para ofrecer algo que Volkswagen aún no había explorado del todo: emoción, diseño agresivo y espíritu juvenil. Su nombre, tomado de un viento cálido del desierto que sopla desde el Sahara hacia el Mediterráneo, ya anticipaba que no sería un modelo cualquiera. Aunque muchos lo conocen por su aspecto llamativo, el Scirocco es hoy un clásico no solo por su diseño, sino por lo que significó en la evolución del Grupo VW.

ree

La historia del Scirocco comienza con Giorgetto Giugiaro, el legendario diseñador italiano que también firmó modelos como el DeLorean DMC-12 o el Golf MK1. Giugiaro creó una carrocería con líneas tensas y perfil aerodinámico que rompía con la estética más cuadrada y conservadora de Volkswagen en ese entonces. Debajo de esa apariencia moderna, el Scirocco compartía plataforma con el Golf, pero apuntaba a un público más joven y entusiasta. Su motor transversal delantero, su tracción delantera y su peso ligero lo hacían ágil, divertido y confiable. Fue, en muchos sentidos, el "hermano rebelde" del Golf.


A lo largo de sus tres generaciones —la primera entre 1974 y 1981, la segunda de 1981 a 1992, y la tercera desde 2008 hasta 2017— el Scirocco evolucionó sin perder su esencia deportiva. La segunda generación ganó tamaño y refinamiento, pero mantuvo la deportividad. La tercera, lanzada como un revival años después de su desaparición, apostó por una reinterpretación moderna: faros rasgados, líneas musculosas y motores TSI de alto rendimiento. Si bien tuvo buena acogida en Europa, la marca decidió no continuar con una cuarta generación, apostando sus cartas a otros formatos como los SUV y eléctricos.

ree

En Colombia, el Scirocco no tuvo una comercialización masiva, pero sí dejó huella entre coleccionistas y entusiastas. Algunos ejemplares de las primeras generaciones llegaron al país importados por particulares, y aún hoy pueden verse en eventos de autos clásicos o concentraciones Volkswagen. Su rareza en el mercado colombiano le ha dado un valor especial: es un modelo codiciado, tanto por su historia como por su estética atemporal.

Un dato poco conocido es que, en los años 70, el Scirocco fue utilizado en competiciones de rally y turismos, demostrando que no solo era un auto de calle con buen diseño, sino que tenía un desempeño real en pistas exigentes. Además, fue uno de los primeros modelos en los que Volkswagen experimentó con versiones de inyección electrónica en motores pequeños, anticipando tendencias que luego se volverían estándar.


La historia del Scirocco dentro de Volkswagen es la de un coche que no tuvo miedo a ser diferente. Fue un ejercicio de diseño, una apuesta por la deportividad y una muestra de que la marca podía hablarle a otro tipo de público sin perder calidad ni confiabilidad. Aunque su producción terminó en 2017 sin planes de reactivación, sigue siendo recordado como uno de los modelos más emblemáticos y arriesgados de la marca.

ree

El Scirocco no fue un superventas ni un auto de masas, pero sí un ícono. Representa ese momento en que Volkswagen dejó de ser solo racionalidad alemana para convertirse también en deseo, en emoción. Por eso, para los fanáticos de la marca, el Scirocco no es solo un carro: es una declaración de principios.

 

Por: Álvaro Ulloa

 
 
 

Comentarios


bottom of page