Volkswagen Corrado: El coupé alemán que desafió su tiempo

El Volkswagen Corrado es uno de esos modelos que no necesita presentación entre los verdaderos entusiastas de la marca alemana. Considerado por muchos como uno de los deportivos más infravalorados de los años 90, el Corrado es hoy un clásico codiciado por coleccionistas y fanáticos del diseño alemán. Fue producido entre 1988 y 1995, un periodo corto si se compara con otros íconos de la marca, pero suficiente para dejar una huella imborrable en la historia automotriz. Este coupé compacto combinó innovación, deportividad y diseño atemporal, lo que lo convierte hoy en una pieza de culto entre los amantes de los Volkswagen.

El Volkswagen Corrado nació como una apuesta atrevida dentro del grupo VAG. Fue diseñado y fabricado por Karmann, la reconocida firma alemana que colaboró estrechamente con Volkswagen durante décadas. Desde su concepción, el Corrado tenía una misión clara: ofrecer un coche deportivo, accesible y con carácter, capaz de competir con modelos como el Toyota Celica, el Ford Probe o incluso el BMW Serie 3 Coupé.

Uno de los aspectos más revolucionarios del Corrado fue su motorización. El modelo debutó con versiones como el G60, equipado con un motor 1.8 litros con compresor G-Lader, que entregaba alrededor de 160 caballos de fuerza. Sin embargo, fue en 1991 cuando llegó su joya mecánica más emblemática: el VR6, un motor de seis cilindros en V estrecha que generaba hasta 190 caballos. Este propulsor no solo ofrecía una aceleración poderosa y un sonido único, sino que también representó un salto tecnológico dentro del grupo Volkswagen.

A nivel técnico, el Corrado destacaba por su alerón trasero activo, un elemento que se elevaba automáticamente al superar los 120 km/h, mejorando la aerodinámica y la estabilidad del vehículo. Este detalle, inusual para la época, demostraba la seriedad con la que Volkswagen apostaba por la deportividad funcional.

En Colombia, el Corrado fue un verdadero “rara avis”. Llegaron pocas unidades, importadas directamente por entusiastas o concesionarios con visión de futuro. Esto ha hecho que hoy en día sea aún más especial entre los coleccionistas del país, quienes valoran su rareza, su diseño agresivo y la robustez de su mecánica alemana.

Entre los datos curiosos del Corrado se encuentran su producción limitada (solo unas 97,000 unidades en total), su fabricación íntegra por Karmann en Osnabrück, y el hecho de que, pese a su corta vida comercial, recibió excelentes críticas en revistas especializadas. Incluso Car Magazine llegó a llamarlo “el mejor Volkswagen jamás fabricado” en su época.

El Volkswagen Corrado representa mucho más que un coupé deportivo de los años 90. Es el testimonio de una época en la que Volkswagen buscaba romper sus propios moldes, apostando por innovación, estilo y rendimiento. Aunque no fue un éxito comercial masivo, el Corrado trascendió por su autenticidad, su ingeniería y su estética adelantada a su tiempo.

Hoy, mirar un Corrado es ver una pieza clave en la evolución deportiva de la marca, un puente entre la sobriedad clásica de Volkswagen y su ambición por ofrecer modelos que emocionaran a quienes los conducen. Su legado sigue vivo en las carreteras, en los clubes de fans, y, por supuesto, en los corazones de quienes entienden que no todos los clásicos nacen para ser superventas: algunos nacen para ser leyenda.

Por: Álvaro Ulloa